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viernes, 6 de diciembre de 2019

Salvadora:

Lobos aúllan,
en la penumbra de la noche;
luces del norte,
buscan sangre fresca.

El niño llora, desconsoladamente:
huye corriendo por el bosque.
Se hunden sus ensangrentadas piernas en la nieve,
deja un camino de pétalos de rosa.

¡Llegan los lobos! ーlamenta el niño,
pero sólo le escucha la luna.
Las salvajes figuras oscuras
avanzan entre la gélida realidad.

Cazadora furtiva se percató de la criatura,
¡Debo ayudarlo! -piensa.
Se armó de valor,
y comenzó a invadir con su luz las fúnebres tinieblas.

Arma en mano y furia en mente,
gritó lo que los pensamientos jamás imaginaron,
protegió al niño de los agresivos seres,
gracias a su coraza de bravura.

Los lobos huyeron aterrados,
y la joven rodeó al niño con sus brazos.
Esta le miró con ternura, y le dijo:
ーNo te preocupes, ahora todo irá bien.ー